Guía para la limpieza de terrazas en los negocios de hostelería en verano

Durante la temporada estival, las zonas al aire libre de los establecimientos de hostelería adquieren una importancia que puede llegar a suponer un porcentaje realmente sustancioso de los ingresos de todo el año. Y es que, la llegada del verano supone para negocios como bares, restaurantes y ‒por qué no‒ chiringuitos el momento de intentar atraer clientes a sus terrazas.

Sin embargo, el éxito de estas áreas depende en no poca medida de su limpieza y mantenimiento. Pensemos que unos asientos sucios o en mal estado pueden llegar a suponer la pérdida de un cliente; y no solo en ese momento, sino para siempre.

No en vano, el cuidado de la imagen de estas zonas afecta a la percepción que los usuarios puedan llevarse del negocio. Además, un mantenimiento adecuado también garantiza seguridad, confort y el cuidado de los diferentes elementos, lo que prolonga su vida útil.

Así, y de cara a conservar en buen estado las terrazas y áreas exteriores en los meses de más afluencia, ciertas prácticas resulten recomendables, como las que detallamos a continuación:

Limpieza diaria de pavimento y mobiliario

Cada jornada debe comenzar con una inspección y retirada de restos orgánicos e inorgánicos (hojas, envoltorios, polvo). Para ello, pueden emplearse aspiradoras o barredoras de cerdas suaves que no dañen la superficie.

A continuación, conviene realizar un fregado con detergentes neutros en suelos antideslizantes y una desinfección de mesas, asientos y barandillas mediante paños o mopas de microfibras humedecidas en soluciones desengrasantes de baja espuma.

Conservación preventiva del mobiliario exterior

Los elementos metálicos se deberían someter a una limpieza semanal con desengrasantes suaves, seguida de la aplicación de protectores antioxidantes. En el caso de la madera tratada, es aconsejable utilizar un limpiador específico para exteriores, además de renovar periódicamente la capa de barniz o aceite protector.

Por su parte, para las superficies de plástico o resinas se recomienda un equipo hidrolimpiador a baja presión y jabón biodegradable, que sea capaz de eliminar restos de insectos y manchas de grasa.

Tratamiento de suelos y recubrimientos especiales

Dependiendo del material ‒gres porcelánico, composite, tarima o césped artificial‒ será necesario emplear unas soluciones de limpieza adaptadas. Por ejemplo, las baldosas cerámicas se limpian simplemente con una mezcla de agua y detergente neutro.

Mientras, la tarima o composite requiere limpiadores específicos y ventilación rápida, de forma que se evite el estancamiento de humedad. Por último, el césped artificial se mantiene con el cepillado de fibras, para preservar su verticalidad, y la aspiración de polvo y hojas.

Control de plagas y fauna urbana

En este apartado, la habitual instalación de dispositivos antiinsectos (como equipos insectocaptores o dispensadores de feromonas) debe complementarse con cebos y sellado de grietas.

Mientras que, para evitar la nidificación de aves, se puede disponer de redes o espículas en cierres y alerones, revisándose mensualmente para retirar los posibles nidos o residuos.

Limpiezas intensivas periódicas

Al menos cada semana, o con mayor frecuencia en caso de necesidad, se debe planificar una intervención integral para la limpieza de las áreas exteriores. Esto incluye el desplazamiento de mobiliario para acceder a zonas ocultas, lavado de toldos y sombrillas con agua a presión y detergente neutro, y revisión de todos los elementos de iluminación exterior.

Es imprescindible desatascar y desinfectar las rejillas de desagüe, que estén presentes, para garantizar el correcto drenaje en caso de las habituales lluvias veraniegas.

Protocolos de desconexión mínima

En relación con el punto anterior, y con vistas a no interferir en el resto de la actividad del negocio, las tareas de limpieza más invasivas será necesario realizarlas en franjas horarias con menor afluencia o, directamente, sin público.

Según el caso, puede optarse por el uso de equipos portátiles y productos de secado rápido, lo que ayuda a limitar el tiempo de inactividad. Eso sí, siempre procurando que las actuaciones más prolongadas se coordinen con el calendario de reservas y eventos.

Externalización con proveedores especializados

La aplicación sistemática de los procedimientos hasta aquí explicados permitirá a cualquier negocio de restauración ofrecer a sus clientes un espacio limpio, seguro y atractivo. No obstante, no en todos los casos se dispone del tiempo o la infraestructura necesarios.

A este respecto, los proveedores de limpieza profesional, como Justlimp, aportamos múltiples ventajas, como personal formado en técnicas específicas para espacios exteriores, maquinaria adaptada a cada superficie y protocolos auditables.

Sin olvidar la flexibilidad que resulte adecuada tanto en la frecuencia de intervenciones o en el refuerzo durante picos de afluencia, garantizando siempre que las terrazas permanezcan en condiciones óptimas sin afectar al negocio.