Cómo preparar la limpieza de un espacio de eventos para las celebraciones de Navidad

La temporada navideña que se avecina concentra en pocas semanas una intensa actividad de celebraciones, como las tradicionales comidas de empresa. Y para negocios como salones de eventos, hoteles, centros de reuniones y salas de fiestas, el garantizar un nivel de higiene impecable resulta imprescindible.

Y es que, como solemos decir en nuestro blog, la limpieza no es únicamente una cuestión de imagen, sino que influye en la seguridad y satisfacción de los asistentes, sin hablar del cumplimiento normativo.

Así, en el caso de estos espacios de gran afluencia, la base de una limpieza eficaz de cara a las festividades que se aproximan es la planificación anticipada. En este sentido, antes de esperar a la primera reserva conviene elaborar un calendario que contemple tanto limpiezas previas en profundidad como las intervenciones diarias durante la campaña y posteriores a la temporada de eventos.

Este calendario debe enlazarse con la programación de actividades para asignar recursos en función de la afluencia, el horario y tipo de celebración (por ejemplo, un cóctel, cena sentada, presentación, etc.).

Además, es necesario prever de antemano los suministros —tanto productos de limpieza como útiles— y asegurar la disponibilidad de la maquinaria que resulte necesaria (fregadoras, aspiradoras industriales, equipos de extracción…).

Protocolos de limpieza para las zonas críticas

A la hora de realizar esa planificación, resulta esencial identificar las áreas de mayor riesgo y tránsito, como puedan ser los vestíbulos, baños, zonas de catering, barras y pasillos. Toda vez que cada una requiere de unos protocolos adaptados.

Por ejemplo, los servicios deben limpiarse y desinfectarse en intervalos regulares durante el evento; mientras que los vestíbulos y accesos requieren barridos continuos y vaciado frecuente de papeleras.

Por su parte, las zonas de catering demandan especial atención frente a manchas de grasa y restos de alimentos que atraen posibles plagas. Asimismo, las superficies de alto contacto —mostradores, pomos, barandillas y mesas auxiliares— deben ser desinfectadas con mayor frecuencia, usando productos con acción virucida/bactericida adecuados.

Organización del equipo y turnos operativos

En periodos de alta afluencia es imprescindible definir roles y turnos. Una estrategia recomendable consiste en establecer, por un lado, equipos rotativos que realicen unas rondas cortas de mantenimiento (esto es, una limpieza exprés cada 60–90 minutos de las zonas visibles) y, por otro, equipos encargados de intervenciones profundas en franjas de menor actividad.

La asignación debe evitar duplicidades y garantizar que existan responsables claros para mantener la comunicación con el cliente, y —en su caso— poder coordinarse con el catering y la atención a incidencias.

La formación previa del personal en aspectos específicos sobre los protocolos de higiene y procedimientos de emergencia adaptados al negocio en cuestión es, asimismo, un requisito no negociable.

Limpieza entre servicios y tras cada evento

Las ventanas entre sesiones son momentos clave en los que programar limpiezas rápidas para labores como retirar residuos, recolocar el mobiliario o desinfectar las superficies de contacto.

Así, tras la finalización de un evento, la limpieza debería incluir la retirada integral de los residuos, un aspirado minucioso, el fregado con desinfectantes adecuados y el tratamiento de textiles (mantelería, fundas de sillas) según especificaciones de cada tejido.

En particular, para eventos con comida o bebida, conviene planificar una limpieza técnica adicional en cocinas y zonas de almacenamiento, de cara a evitar contaminaciones cruzadas y proliferación de plagas.

Equipamiento y productos recomendados

La elección de equipos marca la calidad del servicio. Aspiradoras industriales con filtrado eficiente, fregadoras de mano o de mayor capacidad según el tamaño del espacio, bombas de extracción para manchas y equipos de vapor para desinfección textil son herramientas habituales.

Respecto a los productos, conviene priorizar soluciones con balance entre eficacia y compatibilidad material: desinfectantes autorizados, detergentes desengrasantes y limpiadores específicos para madera, piedra o moqueta.

Además, la sostenibilidad es cada vez más valorada; por lo que el uso de productos ecológicos certificados aporta valor añadido sin sacrificar eficacia.

Gestión de residuos y control de plagas

Un plan de residuos claro —que incluya segregación, puntos de recogida temporales y vaciado frecuente— evita acumulaciones que deterioran la imagen y generan riesgos.

En paralelo, implementar medidas preventivas contra plagas (ya sean inspecciones previas, eliminación de focos alimentarios y sellado de accesos) reduce la probabilidad de incidencias durante la campaña.

Documentación, trazabilidad y cumplimiento

Mantener registros de intervenciones (fecha, operario, productos utilizados y observaciones) facilita la trazabilidad y es un elemento de control para clientes y auditorías.

Asimismo, hacer una comprobación de que los biocidas utilizados están autorizados y que los procedimientos siguen la normativa vigente protege a la organización frente a posibles reclamaciones y demuestra su profesionalidad.

Externalización: cuándo y por qué considerarla

Confiar la gestión de la limpieza en un proveedor especializado como Justlimp asegura poder contar con experiencia operativa en estos tipos de eventos navideños, lo que incluye los recursos humanos y la capacidad para hacer frente a los picos de demanda que se viven por estas fechas.

Esto es, garantías adicionales que suponen unos protocolos auditables, flexibilidad horaria o reducción de la carga administrativa. En definitiva, tranquilidad para las empresas y mayor calidad del servicio ofrecido a clientes y asistentes.

Además, el equipo de Justlimp está disponible para ofrecer soluciones personalizadas y escalables a cada tipo de celebración y tamaño del recinto en cuestión.