Especialmente durante las campañas de rebajas, pero incluso de forma habitual durante los fines de semana, diversos tipos de negocios del sector retail reciben en sus establecimientos una elevada afluencia de público durante periodos concretos de tiempo. Momentos en los que el haber planificado adecuadamente las labores de limpieza supone ofrecer una experiencia de compra igual de satisfactoria que en cualquier otro momento.
Para lograrlo, existen múltiples estrategias adecuadas de cara a gestionar eficazmente la limpieza en estos periodos de alta concurrencia. A continuación, detallamos las diez mejores de estas prácticas.
Planificación proactiva
Como hemos comentado, lo principal es planificar de antemano. Así, es antes de las temporadas de mayor afluencia cuando se deben revisar y ajustar los protocolos de limpieza. Esto implica identificar aquellas áreas críticas que requieren atención adicional y prever posibles incrementos en la generación de residuos. Todo ello con el objetivo de poder asignar los recursos necesarios de manera eficiente y evitar contratiempos.
Refuerzo del personal de limpieza
Entre dichos recursos se encuentran los operarios, cuyo número deberá ajustarse durante las horas punta. Este refuerzo asegura que las tareas de limpieza se realicen sin interrupciones, manteniendo el establecimiento en óptimas condiciones. Además, contar con personal adicional facilita la atención inmediata a incidentes o una acumulación excesiva de basura.
Adopción de horarios de limpieza flexibles
Establecer unos horarios de limpieza que se adapten a los momentos de mayor y menor afluencia es la forma de minimizar la interferencia con la experiencia del cliente, a la vez que asegura un entorno limpio en todo momento. Por ejemplo, se pueden programar limpiezas profundas durante las horas de menor tráfico y realizar mantenimientos más rápidos en los picos de afluencia.
Uso de tecnología y equipos adecuados
La capacidad que ofrecen ciertos equipos de limpieza profesional, modernos y eficientes, puede marcar una gran diferencia. Máquinas fregadoras, aspiradoras industriales y otros dispositivos especializados ayudan a agilizar las tareas y garantizan resultados óptimos. Sin olvidar tecnologías más avanzadas, como sensores de monitorización, que pueden optimizar los esfuerzos del personal en ciertos entornos.

Atención a las áreas de alto contacto
Durante los picos de afluencia, las superficies de alto contacto, como pomos de puertas, pasamanos, cajas registradoras y probadores, son las que requieren limpiezas más frecuentes. Por tanto, la clave está en establecer protocolos para su desinfección regular, algo esencial para prevenir la propagación de gérmenes y garantizar la seguridad de clientes y empleados.
Gestión eficiente de residuos
Con el aumento de visitantes, por lógica, también se incrementa la generación de residuos. Es importante asegurarse de que las papeleras y contenedores que acumulen residuos se vacíen con regularidad para evitar desbordarse y mantener una apariencia ordenada. En este aspecto, cabe la posibilidad, o incluso la necesidad, de promover prácticas destinadas al reciclaje y la sostenibilidad.
Formación continua del personal
Capacitar al personal en ciertas técnicas sencillas, pero que en el momento de alta afluencia suelen olvidarse, aplicadas a sus operaciones diarias asegura que todo el equipo esté preparado para enfrentarse a los desafíos de higiene, facilitando así el mantenimiento de altos estándares de limpieza.
Comunicación y coordinación interna
En este sentido, fomentar una comunicación fluida entre el personal de limpieza y otros departamentos del comercio permite una respuesta rápida a cualquier incidencia. Por ejemplo, si se espera una afluencia inusualmente alta debido a una promoción, el equipo de limpieza podrá prepararse adecuadamente si ha sido informado.
Evaluación y mejora continua
La frase “ningún plan sobrevive al contacto con el enemigo” tiene su parte de verdad. Así, después de cada periodo de alta afluencia, es recomendable realizar una evaluación de las estrategias implementadas. Para esto, puede ser necesario recoger las impresiones del personal y de los clientes, obteniendo valiosas pistas para mejorar los protocolos de limpieza en futuras ocasiones.
Colaboración con un proveedor de servicios
Como vemos, la gestión de la limpieza no es tarea fácil. Por eso, contar con el apoyo de una empresa especializada puede ser una ventaja significativa. Proveedores como Justlimp aportamos experiencia en el sector retail, personal capacitado y recursos que garantizan el mantenimiento de un entorno impecable, incluso durante los picos de afluencia.