Integrando la naturaleza en el entorno laboral mediante espacios verdes

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La integración de áreas verdes en el entorno empresarial va más allá de la mera estética; es una estrategia que ‒realizada de forma adecuada‒ puede transformar significativamente la experiencia de trabajo y mejorar el bienestar de los empleados. No en vano, la presencia de áreas verdes no solo embellece los espacios, sino que también tiene efectos positivos en el estado de ánimo y la productividad de los empleados.

Diversos estudios han demostrado que la exposición a la naturaleza reduce el estrés, mejora la concentración y promueve la creatividad. Los espacios verdes también pueden actuar como puntos de encuentro y fomentar la interacción social entre colegas, fortaleciendo el sentido de comunidad en la empresa.

Además, la presencia de áreas verdes en el lugar de trabajo también puede tener impactos positivos en la salud física de los empleados. La exposición regular a la naturaleza ha sido asociada con una reducción en la presión arterial, una mejora en la calidad del sueño y una disminución en los síntomas de ansiedad y depresión. No solo eso, fomentar el acceso a espacios verdes dentro de la empresa supone contribuir a la promoción de un estilo de vida más saludable entre los trabajadores.

Consejos para el diseño y mantenimiento de jardines corporativos

Esa forma adecuada de crear un “oasis” en el entorno laboral pasa por tener en cuenta ciertos criterios prácticos, como los que explicamos a continuación:

  • Elección de las plantas apropiadas. En función de si el espacio es interior o exterior, será necesario seleccionar aquellas plantas que puedan adaptarse a las condiciones ambientales, como poca luz natural.
  • Variedad de texturas y colores. Una forma de agregar interés visual a un jardín es la mezcla de plantas con hojas grandes y pequeñas, así como flores de diversos tonos para crear un ambiente dinámico y estimulante.
  • Tener presente la sostenibilidad. Esto implica, por ejemplo, seleccionar plantas naturales de la zona y que requieran menos agua y fertilizantes. Por su parte, unos sistemas de riego eficientes ayudarán a conservar el agua y reducir el desperdicio.
  • Facilitar zonas de descanso. Ya que dedicamos el esfuerzo, por qué no asegurarnos de poder disfrutarlo como se merece. Unos asientos cómodos y disponer de sombra natural en los espacios al aire libre bastará para que los empleados puedan relajarse. Y elementos como fuentes o esculturas ayudarán a crear un ambiente tranquilo y sereno.
  • Mantenimiento regular. Establecer unas labores para el cuidado de los espacios verdes es la forma de asegurar que siempre se encuentren en óptimas condiciones. Esto incluye poda, fertilización, control de plagas o revisión periódica del sistema de riego.

Otro aspecto a tener en cuenta pasa por involucrar a los propios empleados en el proceso de diseño y mantenimiento. Para esto, es recomendable fomentar la participación mediante actividades como jornadas de plantación, talleres de jardinería o programas de voluntariado ambiental. Con esto no solo se fortalece el sentido de pertenencia y comunidad en la empresa, sino que también promueve la responsabilidad compartida hacia el cuidado del entorno verde.